El mundo es matemático, y las matemáticas no mienten. El tiempo no escapa a estas leyes y sus convenciones. No eran definitivamente las tres y media todavía, pero su cuerpo le decía lo contrario. Siempre eran las tres y media. El vapor de la sopa de camarones le llegaba a los ojos. Bajó la cuchara y lentamente degusto el caldo. De manera monótona y automatizada, mirando fijamente a la pared, bebió el manjar hasta que el plato hondo quedó vacío. Se recostó contra la cabecera de la cama y absorto comenzó a rememorar… la escuela, el día de campo, la pelea, la hamaca, la familia, las novias, la higuera del campo de la abuela, los amigos… vivió sus treinta y cuatro años enteros de nuevo, no le importó que el reloj dijera que solo pasaron dos minutos, el ciclo se repetía y duraba siglos, milenios.
Se levantó y acompañado del eco que provocaba el retumbar de dos pares de botas, recorrió el pasillo. “Siempre son las tres y media acá” pensó mientras marchaba.
Acomodado ya en la silla que lo abrazaba con fuerza observó un rayo de luz que se filtraba por la ventana.
“Sí, definitivamente son las tres y media “.
Adormecido ya por el veneno que recorre su cuerpo pensó en lo que fue, en lo que es, y en lo que jamás será; lo que vivió, lo que vive y en lo que no vivirá. “Siempre van a ser las tres y media” balbuceó mientras sus parpados caían lentamente.
* Dedicado a John Coffey
"Miserable en la noche, procuraba afirmarse de algún modo en la sustancia fugitiva del tiempo". Como John Coffey, como Jaromir Hladik, todos somos condenados; todos, de una u otra manera "procuramos afirmarnos en la sustancia fugitiva del tiempo", paradoja horrible si la hay la de afirmarse en lo fugitivo...
ResponderEliminarSin embargo, siempre son las tres y media y el instante de la muerte puede durar un año si así lo imaginamos, lo soñamos, lo escribimos o lo deliramos. Hasta la anulación del tiempo pueden lograr las palabras.
Hermoso cuento. Bello y contundente como el instante.
Sólo porque me amenazaste te digo que "está muy bien escrito realmente. Te felicito. Pero por favos no me lastimes. Ya te comenté en el blog. ¡No! ¡No me pegues! ¡No, nooooooooo!"........ (silencio de radio)
ResponderEliminarjajaja Muy bueno, chaval
Es de Punta Indio esa foto. ;)
ResponderEliminarMe gusta esto Lauti, espero una actualización, y que crezca. No lo abandones como tu hermana jaja
Beso.
Madre: no vale escribir mejor que yo en el blog este
ResponderEliminarzeta: gracias por el comentario
Luz: con razón me hacía acordar a punta indio la foto esa
Te quedó muy bueno el blog Lauta, excelente cuento, bien ahí con el fondo negro ; )
ResponderEliminarEsperamos un cuento semanal :P
Éxitos!
Abrazo
El cuento muy , muy bueno.
ResponderEliminarPero el fondo negro, horrible. No veo nada en mi monitor.